-¿Quisiera deciros con presteza?
De cuanto el verso con sus letras crece,
de cuanto ornado va con la belleza,
de cuanto en claro del amor florece.
-Yo tomo las palabras de grandeza,
las hago todas mías con gran cariño.
Teneros a mi vera ¡Que belleza,
Vos soy el caballero siendo un niño!
-Acompañar mis letras con las vuestras,
para robar al viento su ternura,
quedando los versos como muestras,
la dama y el caballero en su locura.
Mis letras serán solo respuesta,
de las letras impresas por sus manos.
Pequeñas partituras de propuesta,
teneros junto a mi... Milagro sano.
-¡Osado soy! Al pediros dulce dama,
que no abandones mis letras con mutismo,
dame las letras en color de flama,
letras hermosas de tu gran lirismo.
-Es honor sentirme por voz dichosa
ser parte de esa letra en su hermosura.
Vos sois mano de maestro primorosa
yo compaño en la más bella aventura.
-Sabrás ¡Oh dulce dama de hermosura plena!
Cuanto mi pecho de leerte inflama,
saberte amiga que con tu alma llena,
el caballero se honra de tener su dama.
Y la honra es de ella dama complaciente,
que al veros se exalta de gozo y alegría.
por ser bálsamo de dolor hiriente,
y ofreceros el más bello atardecer del día.
Todos los derechos reservados por los autores
Francis Falcon y Mario Alberto Matuz Negrete.
España-México
22-05-2012
SAFECREATIVE 1205221686890