-¡Si no llegara la tarde;
para cuando yo me vaya!
-¡Te pido que mi silencio!
Sea testigo en mi batalla.
-¡Que no se marche la tarde;
para cuando yo me vaya!
-¡Si no llegara el ocaso;
donde mis cienes deshojan!
Mi pelo caiga en su nieve,
donde mis canas escojan,
-¡Si mi cuerpo ya no vibra!
-¡Si mis ansias más se aflojan!
¿Si acaso me gana el miedo,
de perder la verde brisa?
No llevare como credo,
el rojo de tu sonrisa,
tan solo me iré despacio,
como el pastor a su misa.
-¡Mas no por morir acaso!
Se pierda en mi los sentidos,
-¡Si acaso llega el ocaso;
a detener mis latidos!
.¡No me quitare la espada...
ni con los ojos dormidos!
¿Pero...Si llega la tarde?
Y yo no este preparado,
-¡Sera mi pecho el que aguarde;
para no morir sentado!
-¡Sin temor a nada nunca!...
-¡Solo a quedarme callado!
-¡No espero que marche el sol!
¡Sin beber de sus entrañas,
para calmar el dolor!
-¡Sin dar tiempo a las patrañas!
-¡Sin pensar que en el amor...
solo vive de sus mañas!
-¡Si acaso la tarde viene!
Murmurando en suave voz,
-¡Si el mundo no me sostiene!
-¡Si mi respirar es tos!
-¡Moriré cual caballero...
cual escudero de DIOS!
-¡Si por escudo mi pecho!
-¡Si por lanza va mi pluma!
-¡Exijo por mi derecho...
beber del mar con su espuma,
que prendan fuego a mi lecho,
con el ocaso y su bruma!
-¡No quiero vanas lisonjas!
Por que muerto no me sirven,
palabras que como esponjas,
se dan a los que no viven,
-¡Tan solo quiero mi acero...
la pluma de los que escriben!
-¡El ocaso sera tumba;
de un caballero valiente!
-¡Que la vela que lo alumbra;
siga en la noche corriente,
prendida sin negar su flama...
si el ocaso hace presente!
