-Deambulando en la nocturna hiperactiva,
-¡Prevalecen los íntimos estruendos mi utopía!
¡El cuerpo desvanece...el alma sigue viva!
Se mezcla entre montañas la noche con el día.
-La luna se abraza con el sol sin ser amantes,
tan solo por sentir el calor que le propaga,
desde mis ojos tan cerca ¡Son distantes!...
Como el abrazo que del lucero su pasión apaga.
-¡Las montañas son el marco mas certero;
entre las olas de un mar frívolo y loco!
-Acariciante la marea se vuelca en el estero,
para mostrar... ¡Que su trastorno nunca es poco!
En posición fetal, mi cuerpo busca el sueño.
Tratando de buscar despierto en lo dormido,
en las noches de mi mente ajeno no soy dueño,
-¡Si acaso en otro plano... se concibe haber nacido!
-¡Navego entre espacios tan bellamente planos!
Con curvaturas que rayan de imperfectas,
-¡Se pueden tocar con estirar las manos!
-¡Sin embargo es mi temor... caerme por sus rectas!
-El trastorno de mis sueños se transcurre,
a la par de de las quimeras mal formadas,
la mente toma entre sus manos lo que ocurre,
siendo locuras que no están equilibradas.
El cuerpo astral retorna -¡Por temor a la mañana!
Se acomoda cansado de los trajines de su viaje,
-¡un sol que amenazante; se postra en mi ventana!
-¡Orla bruscamente... mi amanecer de fino encaje!
-¡No recordare lo acontecido en otro espacio!
¿Tal vez lo recuerde? ¡Sin ser para mi muy importante!
-¡Caminare por las calles muy suave...muy despacio;
imaginando que la luna del sol anoche fue su amante!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario