( DUETO CON MI AMIGA IRENE )
¡Aférrate a la vida, Vida Mía!
Aférrate a los lazos del amor
allí está lo mejor de la alegría
¡Es el propósito del creador!
Que el corazón se aferre con tesón,
a vivir los lazos que nos atan,
es alegría del sentir de la pasión,
las ansias del tibio amanecer delatan.
Si mis ojos tu padecer mitigan,
¡Es el amor que se refleja en ellos!
Que a tu cansado corazón instigan
a soñar con los momentos bellos.
Solo tus ojos ¡Son la calma reflejada!
Espejo del sentir que en mi florece,
el alma se siente con ellos extasiada,
en los momentos del amor que crece.
¡Somos la pócima de amor que cura!
¡Antídoto para nuestra tristeza!
Es esa dulce alianza que conjura
para soportarla con entereza.
Una poción es suero de la vida,
donde se pierde el respiro del dolor,
¡Son dos cuerpos de piel y sol unida!
¡Son dos cuerpos con vida de color!
Por eso yo evoco tu dulce labia,
para sentir que vivo mientras muero
por esta lejanía que me agravia
y el tiempo implacable, ¡que no tolero!
Como extraño tus ojos mi tormento,
tus versos aliados con los míos,
extraño tus labios mi bello monumento,
extraño tu piel tus desvarios.
¡Entonces vive! ¡Vive Vida Mía!
que no hay ausencia con el alma unida
que el corazón no sienta día a día,
¡Este gran amor lo revalida!
Viviré si tu mano va en la mía,
aislados del mundo y su zozobra,
¡Serán tus besos motivo de alegría!
¿Serán tus manos la razón de mi obra!
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