Bajo el árbol escuché
los pulsados
en silencio
las miradas hablaban
y los dedos entrelazados
escribían
lo que las palabras
no pronunciaban.
Y fue el embrujo de un otoño
en los años,
que envolvía la película
que cubre los cuerpos,
¿Sí tan sólo pudiera el alma
salir de la envoltura!
y cubrir los aires
dónde tú respiras,
yo pudiese mimetizarme
en tu piel canela,
y arraigarme como el musgo
a tu esencia,
o viajar junto a ti
en tus cotidianos días
o ser eco en tu mente,
que te replique que existo,
que este amor es para siempre
aunque nunca estés conmigo,
aunque nunca estés presente.
POEMA DE ERTHA JJANETTE.
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